El fin del mundo según Roland Emmerich.
El trailer de 2012, que tras una amplia campaña publicitaria se estrena hoy, ha generado lógicas risas en el público gaditano, que ve que en el emblemático año se puede acabar el mundo según los mayas. Pero esto es una interpretación algo libre. Lo que ocurre es que el calendario de esta civilización precolombina está organizado por ciclos y se acaba en el año del bicentenario de la Pepa. Algunos estiman que esto significa el fin del mundo y otros, menos catastrofistas, hablan de que en realidad se refiere a un ciclo espiritual que cambiara la faz de nuestra sociedad. No obstante, puede que de ser verdad la primera hipótesis, el Bicentenario sea la gran despedida de nuestro Cádiz, pues el presunto cataclismo tendrá lugar el 21 de diciembre, con lo que habrá tiempo de festejar el doscientos cumpleaños de la Pepa. Al menos nos ahorraremos comprar lotería de Navidad.Lo que si está claro es que cuando el alemán Roland Emmerich se enteró del asunto del calendario maya lo que le gustó fue la profecía del fin del mundo. Era lógico viendo su trayectoria, pues el rey del cine aparatoso es aficionado a arrasar el planeta en su trayectoria cinematográfica. Ya lo intentó vía invasión alienígena en Independence Day y vía cambio climático en El día de mañana. Antes, se cebó con Nueva York soltando de nuevo al entrañable Godzilla en sus calles. Con estas aficiones era lógico que acabará sacando adelante el proyecto de 2012, planteado como la catástrofe más grande jamás contada. No sólo uno, sino todo tipo de desastres naturales iban a caer sobre la desdichada humanidad, y en medio, un grupo de personajes intentando escapar de todo este caos. El reparto es contundente, con John Cusack, Amanda Peet, Woody Harrelson, Danny Glover o Thandie Newton entre otros, jugando al perverso juego de quién quedará vivo.Emmerich, que a la espectacularidad de sus filmes une por desgracia un pedestre sentido de la narración que hace que todos sus trabajos sean de demasiada brocha gorda, ha contado con unas condiciones de rodaje lujuriosas. Cinco meses de filmación en Canadá, trece platos para los interiores, varios escenarios especiales que incluían suelos movedizos para zarandear a gusto a los actores, etc. Y una cuidada postproducción para ambientar como es debido la serie de catástrofes naturales que caen sobre La Tierra, que hace de los efectos digitales el rey de la función, incluyendo tomas tan espectacualares como el anegamiento del Himalaya. La historia arranca con una extraña ola de suicidios en Sudamérica por parte de gente que se rige por el calendario maya en el año 2012. A la vez, en Estados Unidos, un locutor de radio visionario (Woody Harrelson) advierte a la gente del fin del mundo. Lo malo es que tiene más razón de lo que parece. El gobierno de los Estados Unidos -presidido por Danny Glover- sabe desde hace tiempo que se producirá en 2012 una catástrofe geológica sin precedentes que arrasará la vida en el planeta. Así, se lleva tiempo preparando en secreto una serie de naves para salvar a alguna gente. Pero eso no impide que se inicie el fin del mundo, en forma de volcanes inesperados, terremotos y tsunamis mil. Algo que coge en medio a un escritor divorciado (Cusack) que intenta poner a salvo a sus hijos de todo lo que cae sobre nuestro planeta.
El trailer de 2012, que tras una amplia campaña publicitaria se estrena hoy, ha generado lógicas risas en el público gaditano, que ve que en el emblemático año se puede acabar el mundo según los mayas. Pero esto es una interpretación algo libre. Lo que ocurre es que el calendario de esta civilización precolombina está organizado por ciclos y se acaba en el año del bicentenario de la Pepa. Algunos estiman que esto significa el fin del mundo y otros, menos catastrofistas, hablan de que en realidad se refiere a un ciclo espiritual que cambiara la faz de nuestra sociedad. No obstante, puede que de ser verdad la primera hipótesis, el Bicentenario sea la gran despedida de nuestro Cádiz, pues el presunto cataclismo tendrá lugar el 21 de diciembre, con lo que habrá tiempo de festejar el doscientos cumpleaños de la Pepa. Al menos nos ahorraremos comprar lotería de Navidad.Lo que si está claro es que cuando el alemán Roland Emmerich se enteró del asunto del calendario maya lo que le gustó fue la profecía del fin del mundo. Era lógico viendo su trayectoria, pues el rey del cine aparatoso es aficionado a arrasar el planeta en su trayectoria cinematográfica. Ya lo intentó vía invasión alienígena en Independence Day y vía cambio climático en El día de mañana. Antes, se cebó con Nueva York soltando de nuevo al entrañable Godzilla en sus calles. Con estas aficiones era lógico que acabará sacando adelante el proyecto de 2012, planteado como la catástrofe más grande jamás contada. No sólo uno, sino todo tipo de desastres naturales iban a caer sobre la desdichada humanidad, y en medio, un grupo de personajes intentando escapar de todo este caos. El reparto es contundente, con John Cusack, Amanda Peet, Woody Harrelson, Danny Glover o Thandie Newton entre otros, jugando al perverso juego de quién quedará vivo.Emmerich, que a la espectacularidad de sus filmes une por desgracia un pedestre sentido de la narración que hace que todos sus trabajos sean de demasiada brocha gorda, ha contado con unas condiciones de rodaje lujuriosas. Cinco meses de filmación en Canadá, trece platos para los interiores, varios escenarios especiales que incluían suelos movedizos para zarandear a gusto a los actores, etc. Y una cuidada postproducción para ambientar como es debido la serie de catástrofes naturales que caen sobre La Tierra, que hace de los efectos digitales el rey de la función, incluyendo tomas tan espectacualares como el anegamiento del Himalaya. La historia arranca con una extraña ola de suicidios en Sudamérica por parte de gente que se rige por el calendario maya en el año 2012. A la vez, en Estados Unidos, un locutor de radio visionario (Woody Harrelson) advierte a la gente del fin del mundo. Lo malo es que tiene más razón de lo que parece. El gobierno de los Estados Unidos -presidido por Danny Glover- sabe desde hace tiempo que se producirá en 2012 una catástrofe geológica sin precedentes que arrasará la vida en el planeta. Así, se lleva tiempo preparando en secreto una serie de naves para salvar a alguna gente. Pero eso no impide que se inicie el fin del mundo, en forma de volcanes inesperados, terremotos y tsunamis mil. Algo que coge en medio a un escritor divorciado (Cusack) que intenta poner a salvo a sus hijos de todo lo que cae sobre nuestro planeta.
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